Una urgente necesidad

Conforme la globalización va derruyendo lo últimos refugios de las economías de los países, va quedando en claro que el porvenir depende de la capacidad de las empresas de adaptarse a un entorno cambiante y cada vez más exigente que el presente, no el futuro, nos plantea.

 

Esta capacidad de supervivencia radica en la habilidad que poseen los recursos humanos. El autor Peter Senge, en su libro “La Quinta Disciplina”, afirmaba que la ventaja competitiva del Siglo XXI sería el conocimiento, junto con la capacidad que las empresas posean de convertirse, rápidamente, en organizaciones aprendedoras. Es pues imprescindible que estas desarrollen un proceso de capacitación permanente: tanto interna como externa, enfocada en necesidades ya identificadas, y que potencie al recurso humano, el verdadero motor del cambio.

 

Esta capacitación debe ser capaz de incorporar 3 niveles de transferencia de información:

 

Educación

Entendida como la transmisión de valores destinados a producir un cambio en la forma en que las personas se relacionan con el medio que los rodea: los procesos que manejan, su función, la empresa, el mercado y sus compañeros de trabajo. También el cambio hacia los nuevos paradigmas que se requieren actualmente para enfrentar el actual modelo de competitividad.

 

Capacitación

La transferencia de conocimientos ordenados de manera que puedan ser aplicados en el campo de acción del profesional actual. La capacitación complementa el cambio de actitud, generado por la educación, potenciándolo con los conocimientos adquiridos e impulsando su aplicación.

 

Entrenamiento

Implica la repetición de lo aprendido hasta alcanzar la habilidad. Esto apunta a generar confianza en los métodos aprendidos a la par que se empiezan a mostrar las bondades de estos en los resultados. La aplicación exitosa de los mecanismos aprendidos permite mejorar definitivamente las habilidades profesionales.


Un modelo exitosamente probado

El modelo desarrollado por Quality Consulting en los últimos años, capacitando a varios miles de profesionales, asegura la transferencia exitosa en los 3 niveles mencionados. El modelo se basa en algunos principios:

 

1.     Diseño de programas basados en las necesidades de la empresa

Los programas flexibles y amplios que Quality Consulting provee permiten a la empresa cubrir un vasto campo de necesidades de capacitación. La evaluación de la realidad de la empresa, resultado de la aplicación del diagnóstico empresarial, favorece la selección de la capacitación más apropiada para contribuir al conocimiento ya existente sin repeticiones innecesarias. La posibilidad de adecuar el contenido de los programas a las necesidades de la empresa permite mantener la eficacia de la inversión en capacitación, concentrándose en lo realmente requerido.

 

2.     Calidad de los materiales y el enfoque de los cursos

Los materiales de los cursos presentan la parte teórica buscando proporcionar la información que permita definir no solamente qué debe hacerse, sino cómo. Esto genera una importante diferencia con respecto a otros modelos de capacitación que se enfocan en lo que debe hacerse pero que no presentan los métodos para lograrlo.

 

La parte práctica de los materiales incorpora ejemplos y ejercicios que pueden ser adaptados a diversos procesos o empresas. Los principios son fijados por la aplicación práctica y la discusión grupal de resultados.

 

3.     Método y transferencia de conocimientos prácticos

Los programas están desarrollados para transferir información que pueda ser aplicada directamente al mejoramiento de los procesos, productos y servicios de la empresa y al incremento de la eficacia y eficiencia operacional. El contenido teórico de los cursos es suficiente para soportar el conocimiento adquirido, pero el enfoque principal es en la aplicación de las herramientas transferidas.

 

Esto se logra mediante una alta interacción profesor-participante, facilitada por la limitación técnica en el número de alumnos. Esta interacción se da a través de la discusión de los temas, el trabajo en grupo en casos de estudio en clase y la discusión de las conclusiones, con reflexiones conducentes a la fijación de los conocimientos. Asimismo la interacción permite a los participantes recibir recomendaciones para la aplicación práctica de lo aprendido en sus respectivos procesos.

 

Esto es solo posible dada la calidad de los expositores cuya experiencia práctica en la aplicación, en varias de las empresas más importantes, asegura la transferencia de información relevante para la implementación exitosa.

 

4.     Aplicación inmediata con supervisión

Luego de cada programa o curso los alumnos deben realizar una aplicación práctica de los conocimientos adquiridos, presentando un trabajo que debe ser aprobado para recibir su certificación. Esta aplicación inmediata asegura la fijación de los conocimientos y también que la empresa empiece a recibir los beneficios que la inversión en capacitación demanda.

 

5.     Evaluación de los participantes

A solicitud formal de la empresa los participantes pueden ser calificados en diversos aspectos: nivel de adquisición de conocimientos, capacidad de trabajo en equipo, liderazgo y habilidad de expresión. Estas calificaciones son apropiadas para identificar a quienes podrán replicar internamente de manera de multiplicar el impacto de las actividades de capacitación.


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Cursos organizados por programas
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Información al detalle por curso
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